Una semana en el velero Bella Ciao no necesita ninguna experiencia previa
No sirve ser un marinero experto, lo que se necesita es gana de pasarlo bien, de compartir y de vivir una aventura única.
La semana está pensada para desconectar completamente con la vida a tierra, para relajarse y también hacer deporte.
La vida a bordo nos cambia completamente las prioridades a las cuales estamos acostumbrados, todo es más sencillo y esencial.
Tenemos muchas comodidades pero somos en un barco, los recursos son limitados y hay que aprender a gastarlos bien.
La idea es la de relajarse y disminuir el ritmo de vida para conectarse con el ritmo de la naturaleza y del mar.
Vida a bordo sin estrés disfrutando al máximo la semana
Concedernos el tiempo de mirar una puesta de sol con una copa de vino blanco, de hacer una larga travesía y ver unos delfines saltar a lado de la proa, de mirar el cielo lleno de estrellas en buena compañía en un fondeo salvaje.
Además de aprender técnicas de navegación, en un barco se aprende a vivir en comunidad.
Fundamental para estar a gusto durante la experiencia es la cooperación en todas las actividades a bordo (desde la compra, la cocina, la limpieza), el orden, el reparto respetuoso de las zonas y recursos comunes (electricidad, agua) los camarotes y las necesidades.
Por supuesto colaboraremos también en todas las maniobras de navegación, fondeo y amarre.
La comida
El velero Bella Ciao está dotado de una cocina completa, una nevera con congelador, una cocina de gas con dos fuegos y horno.
La idea es hacer una compra grande juntos el primer día para tener comida para prácticamente toda la semana. Nada nos impide de disfrutar de una buena cena en el restaurante pero normalmente la mayor parte de las comidas será preparada en el barco por parte de todos los tripulantes, capitán incluido (¡Me encanta cocinar!).
Eso nos permite poder comer lo que nos gusta en sitios naturales y salvajes.
La limpieza
Estar en el barco es como vivir en una casa, se cocina y se lavan los platos, se celebra por la noche y se recoge por la mañana.
Iremos compartiendo también esos tipos de tareas.
La limpieza final es opcional 😉
El bote de bordo
El primer día se recaudará una contribución económica de todos los participantes para poder pagar la compra, la estancia en el puerto si hacemos paradas, y la gasolina (se usará muy poco).
Normalmente se suele calcular unos 15€ por persona por día.
Uso de agua
La disponibilidad de agua dulce en el barco es limitada, tenemos 300 litros.
Podemos usarla como más nos apetezca, pero hay que tener en cuenta que antes que se acabe habrá que pasar por algún puerto para llenar el depósito.
Es una buena ocasión para reducir el consumo y aprovechar de la libertad que solo un velero nos puede dar.
Un comento de Riki, el capitán
Como capitán del barco soy responsable del barco y de la seguridad de todos los tripulantes.
Os haré una pequeña clase sobre la vida a bordo de un velero y su seguridad. Os explicaré como funcionan los equipos que tenemos a bordo (baño, cocina, tecnologías náuticas…) para que cada uno pueda utilizarlos correctamente.
Mantendré la situación meteorológica bajo control en todo momento para poder aconsejaros sobre lo que es mejor hacer y donde es mejor ir, pero dejaré que las decisiones se tomen todos juntos.
Para los interesados será posible, además de participar en las maniobras del velero, hacer clases teóricas y prácticas de vela y navegación tratando todos los temas clásicos de esa disciplina (maniobras, navegación, meteorología, seguridad, vida marítima, medio ambiente….).